miércoles, 6 de mayo de 2009

La capital estadounidense cerca de legalizar las bodas gay

El concejo municipal del Distrito de Columbia aprobó el reconocimiento de las uniones entre personas del mismo sexo. Aún falta el Congreso federal. Maine, New Hampshire y Nueva York también aprobarían las uniones gays Doce de los trece concejales aprobaron la medida, que ahora pasa al Congreso de Estados Unidos, que tiene la decisión final sobre la legislación en la capital del país. El ex alcalde Marion Barry fue el único que votó en contra. El concejal David Catania, uno de los cuatro ediles abiertamente homosexuales, calificó el reconocimiento como una decisión "de equidad fundamental". Catania agregó que si el Congreso federal no interfiere, él presentará otro proyecto de ley municipal que permitirá que se oficien en el Distrito de Columbia casamientos de homosexuales. Una encuesta realizada el mes pasado por el diario The Washington Post y la cadena ABC de televisión encontró que el 49% de los votantes en Estados Unidos aprueba la legalización de los casamientos de homosexuales. "Queremos dejar bien en claro que éste es un asunto de equidad", dijo Peter Rosenstein, un promotor de los derechos de los homosexuales. "Éste es un asunto de derechos civiles, un asunto de familia". Por su parte Tony Perkins, presidente del Consejo de Investigación de la Familia, que se opone a la legalización de los casamientos de homosexuales, dijo que quienes patrocinan ese reconocimiento "saben que si hacen campaña y usan la palabra gay, pierden". Según Perkins, por eso es que los partidarios de la legalización centran su campaña en "equidad", "justicia", y "familia". Cada vez más estados norteamericanos reconocen las uniones gays En las últimas semanas los homosexuales han recibido muchas buenas noticias: los estados donde el matrimonio es legal o lo será próximamente se están extendiendo por los EEUU a una velocidad inusitada. A Massachusetts y Connecticut, los pioneros, se les han añadido Vermont, gracias a una ley aprobada por el Legislativo, Iowa, por decisión de la Justicia, y Maine, New Hampshire y Nueva York pugnan por convertirse el quinto estado en aprobar el matrimonio entre dos personas del mismo sexo. De hecho, el Parlamento de New Hampshire ya ha aprobado una propuesta de ley que lo legaliza, y su entrada en vigor sólo depende de que el gobernador firme el texto. Está previsto que el de Maine lo haga este martes. Ante unas opiniones públicas mayoritariamente a favor de la medida, los gobernadores de ambos estados se encuentran ante un difícil dilema. Siempre se han mostrado contrarios al matrimonio homosexual por una cuestión de principios morales personales, por lo que preferirían vetar la ley. No obstante, políticamente es un movimiento muy arriesgado que las bases demócratas podrían no perdonar. Quizás aún más reconfortante para los activistas gays es el vuelco espectacular registrado en las encuestas respecto al matrimonio homosexual durante los últimos meses. De acuerdo con una reciente encuesta de The New York Timesy la cadena CBS, un 42% de los estadounidenses se declara a favor de legalizar las bodas homosexuales, mientras un 28% se opone a ello. Hace tan sólo unos pocos meses, las opiniones contrarias superaban a las favorables. Más jóvenes a favor Aún más alentador es otro dato de la encuesta: mientras sólo un 31% de las personas mayores de 40 años aprueba la medida, entre los menores de esta edad el porcentaje llega al 57%. Es decir, es tan sólo una cuestión de tiempo hasta que se forme una mayoría clara a nivel nacional a favor de reconocer el matrimonio. Esta realidad sociológica está haciendo replantearse a muchos estrategas republicanos si es inteligente hacer en estos momentos de bandera de la oposición al matrimonio gay, sobre todo teniendo en cuenta que el país padece una dura recesión, y afronta enormes retos. Tan sólo hace cinco años, esta estrategia sirvió a George Bush para conseguir unos miles de votos que pudieron ser decisivos en su batalla contra John Kerry. El día de las elecciones, varios estados realizaron un referéndum para introducir leyes o enmiendas constitucionales que vetaran el matrimonio entre dos personas del mismo sexo, lo que sirvió para movilizar a algunos sectores de la derecha cristiana, y llevarlos a las urnas. Un total de 21 estados tomó medidas de este tipo durante el 2004. "Estoy segura de que la opinión pública en EEUU continuará moviéndose hacia una mayoría sólida, y el Partido Republicano se deberá acomodar a ello", opinó Jimmy LaSalvia, miembro de una asociación de republicanos gays. Steve Schmidt, director de la campaña de McCain, se ha mostrado a favor de un cambio de posición del partido.

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